¿Nos mentimos o nos venden otra?
¿Quien dice que se esta contaminando la TV? ¿Será que es eso lo que
queremos ver?
Traspasamos nuestra realidad con una cuota de abismo en la
decadencia de valores, si es más fácil encajar en un triste circo televisivo
que la libertad de ser uno mismo. Vamos volviéndonos cada vez más adictos a esa
dosis diaria de vandalismo hacia la dignidad de las mujeres, 100x100 macho
argentino. No lo crees?
Buscando esa felicidad efímera en el triangulo de las
bermudas hogareño, orientamos los muebles amablemente, invitándolo a lo más
sagrado, nuestra cena y de paso a veces lo llevamos a la cama, opacando sueños
e imaginación…
Suerte con tu prime time.